Diez destrezas psicosociales  
                          Habilidades  para la Vida es  un enfoque centrado en la promoción de diez destrezas útiles para afrontar las  exigencias y desafíos de la vida diaria (en el trabajo, en la pareja, en la  vida social, etc.). Estas habilidades son de naturaleza psicosocial: pueden  aplicarse en el área de las acciones  personales, las relaciones sociales o las acciones para transformar el entorno a favor de la salud y el bienestar. 
            Antecedentes  
                          El  modelo de Habilidades para la   Vida se enraíza en la Carta de Ottawa. Persigue mejorar la capacidad de  las personas para vivir una vida más sana y gozosa, con mayor control sobre  los determinantes de la salud y el bienestar, y participando en la  construcción de sociedades más justas, solidarias y equitativas.
              Desde Jomtien (1990), la educación en Habilidades para la Vida, junto con las destrezas  necesarias para leer, escribir y hacer cálculos matemáticos, se presenta como  un derecho de todas las personas. Se consideran parte importante de la calidad  de la educación y del aprendizaje a lo largo de la vida.
            En el ámbito laboral 
                          En  1993 la   Organización Mundial de la Salud (OMS), lanzó una Iniciativa Internacional  proponiendo incluir la enseñanza de Habilidades para la Vida en el marco de la  educación formal. Hoy día sigue siendo un campo de investigación y práctica  psicosocial activo y en desarrollo, con amplia difusión en distintas regiones  del mundo.
              El enfoque de Habilidades para la   Vida tiene mucho que aportar en áreas como la promoción de  la salud, la prevención de problemas psicosociales específicos, la inclusión  social, la calidad de la educación, la promoción del desarrollo humano  sostenible... 
                          En  el ámbito laboral constituyen un modelo para el desarrollo de competencias  personales y la prevención de riesgos psicosociales. El manejo de estas  habilidades favorece un mejor desempeño profesional y contribuye a prevenir diversos  riesgos psicosociales a los que determinadas profesiones pueden ser más  vulnerables. 
              Hablamos  de herramientas destinadas a mejorar la competencia personal mediante el  fortaleciendo una serie de destrezas psicosociales. Una competencia que permitirá  afrontar con éxito las exigencias de la vida laboral.